Se cumplen doce años de la marca de calidad de las torres de cotillas: el logo del "ven y quédate".

Artículo de opinión de Juan José Ruiz Moñino

Dicen los expertos del marketing y la comunicación visual que, para que un logo resulte exitoso, impactante y fiel reflejo de lo que simboliza o representa, debe responder al principio fundamental del diseño, aquel que proclama que "menos es más", una síntesis, una simplicidad que establece como dogmas que debe ser legible, escalable -a cualquier tamaño-, reproducible, distinguible y memorable -es decir, que impresione y no se olvide-.

A estos cánones responde con exactitud el logotipo de Las Torres de Cotillas que, blasonado con el lema "Ven y Quédate", basado en los acreditados valores de acogida, integración, atractivo de gentes e inversiones, armonía y convivencia de un municipio en proyección constante-, fue ideado hace ahora justamente doce años por los escolares de nuestra localidad, previo concurso convocado al efecto por el ayuntamiento en colaboración con las entidades docentes de la población.

Desde entonces, el logo es, nunca mejor dicho, la marca que define la calidad, el buen carácter e identidad de Las Torres de Cotillas y sus vecinos. Pero mayormente es un sello de distinción que concentra en sus contornos multicolores el ingrediente emocional o sentimental de todos los que somos y ejercemos día a día de torreños y torreñas: el amor incondicional por nuestro pueblo.

Las Torres de Cotillas es muchas cosas, empezando por sus 21.341 vecinos, sus barrios, sus seis pedanías; son el tesón e ilusión de sus habitantes los que ponen en marcha este municipio, los que forjan su carácter y los que marcan su futuro, prometedor, con expectativas de enjundia si nos atenemos al espíritu tenaz, fuerte y emprendedor de sus gentes.

Los torreños y torreñas han sido y son protagonistas de una historia rebosante de logros, de progreso de una localidad que ha crecido incesantemente en población y tejido productivo, económico, industrial, comercial, de negocios,...

Los hombres y mujeres de Las Torres de Cotillas saben conjugar la actitud más vitalista, optimista, innata que, con nervio y corazón, les permite acometer el futuro con saludables perspectivas.

El logo, desde hace más de una década, va en esa línea. Nos coloca frente a nosotros mismos, nos hace ver lo que somos, cómo somos y nos pone ante un mañana repleto de oportunidades para todo el mundo. Oportunidades en el ámbito empresarial, social, cultural,... Porque un logotipo sería inservible si no estuviera acompañado de un plan de estrategia y desarrollo que nos trazara los pasos a dar hoy y mañana.

Con ese reto debemos seguir consolidando la idea de un municipio puntero en no pocos sectores de actividad, la industrial, por ejemplo. Contamos con sobrados atractivos para ello y para mucho más, llámense manifestaciones culturales, deportivas, festeras, lúdicas,...

De similar modo, se están abriendo horizontes en planos como el tecnológico y de innovación a la par que desarrollando oferta de suelo para seguir albergando actividades económicas de significativo calibre industrial y comercial. Un avance que posibilita a Las Torres de Cotillas encarar el futuro con renovados objetivos de progreso en sus niveles de calidad de vida.

En definitiva, un cúmulo de factores positivos que se condensan en una marca que es propiedad inmaterial de todos y cada uno de los torreños y torreñas que, desde hace doce años, están en disposición de sentirse identificados con lo mucho y bueno que se hace en nuestro pueblo. Estamos ante un logo que en justicia debe aparecer, acompañar todas aquellas iniciativas que proyecten Las Torres de Cotillas a lo largo y ancho de la geografía nacional y mundial. Es un logotipo que, presente en infinidad de soportes físicos y virtuales, proyectos y grandes realidades, está pensado para disfrutarlo todos, para hacernos ver en todo momento y lugar que somos torreños y torreñas de alma y corazón.

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