Las Torres de Cotillas vuelve a ser la capital de los "auroros"

Ayer domingo 23 de junio se celebró el "II Encuentro de Auroros" del municipio, con las agrupaciones de Javalí Viejo, Javalí Nuevo, Alcantarilla y La Copa de Bullas, además del anfitrión

La "Campana de Auroros Virgen del Rosario" de Las Torres de Cotillas fue en la mañana de ayer domingo 23 de junio el perfecto anfitrión de la segunda edición del "Encuentro de Auroros" del municipio torreño, que se celebró de nuevo en el barrio de San Pedro y que contó con un gran seguimiento de público y un mejor ambiente. Esta edición contó con la participación de las Campanas de Auroros de Javalí Viejo, Javalí Nuevo, Alcantarilla y La Copa de Bullas, además de la anfitriona.

Así, a primera hora de la mañana se procedió al canto del Rosario por las calles del barrio –que con este evento comenzaba sus fiestas patronales-, lo que dio paso a la celebración de una eucaristía oficiada por D. José López. Al final, hubo monas con chocolate, café de olla (con anís) y mistela para todos.

"Celebrarlo en este barrio responde a la tradición que dice que los auroros tenían como costumbre la visita a los lugares más recónditos de la huerta, como La Loma y San Pedro, que al ser la ubicación original del pueblo de Las Torres de Cotillas le da un aire más trascendente a este evento", explica Antonio Fernández, Hermano Mayor de la agrupación torreña que lució orgullosa su campana que, según los estudiosos, sería de mediados del siglo XVIII.

Tradición recuperada

Esta tradición se recuperó hace un par de años en Las Torres de Cotillas por esta agrupación –que ensaya en el Centro Social del barrio torreño de Los Vicentes- después de su desaparición hace más de 50 años. Así, sus componentes están rescatando Salves del Rosario, de Difuntos, el Padrenuestro y otras composiciones populares que en su día, entre la oscuridad de la noche y la luz del nuevo día, entonaron los auroros del pueblo hasta mediados de la década de los 40 del pasado siglo para despertar a los vecinos y que acudieran a la misa primera, así como para cantar a los difuntos en su día.

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